lunes, 12 de octubre de 2009

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA


Entre la docencia y mi profesión.

¡Qué bonita oportunidad me da la vida! Contarles a todos ustedes ¿cómo llegué? a convertirme, de la noche a la mañana, en docente. Pues bien, les contaré. Yo, desde muy pequeño decía que cuando fuera grande sería navegante; recuerdo que esta idea tomó más fuerza, cuando siendo aún muy pequeño mis padres nos llevaron a mis hermanos y a mí a Puerto Arista, y en ese lugar vi muchos barcos que navegaban cerca de la playa de este hermoso lugar; y pensé… que, si andar bañando en la playa era bonito, pues andar navegando allá adentro del mar, sería una experiencia maravillosa (cuando esto sucedió, aún no iba a la primaria) y pues así fui creciendo, con esta idea en mi mente y al egresar de la primaria me fui a estudiar a la Técnica Pesquera de Puerto Paredón, Chiapas, y para conseguir, lo que era mi sueño, continué mis estudios de bachillerato en el CETMAR de Salina Cruz Oaxaca, y estudié ahí la carrera técnica de Técnico en Pesca y Navegación, siempre con la idea, de que al egresar de este nivel, continuaría mis estudios superiores en la Escuela Náutica Mercante de Mazatlán Sinaloa, escuela que tuve la fortuna de conocer, gracias al apoyo de un gran maestro; pero, por situaciones familiares este sueño ya no se pudo consolidar. Así que, al egresar del CETMAR con la carrera de Técnico en Pesca y Navegación me fui a trabajar a los barcos es cameros y camaroneros; y… pues la vida a bordo de esos barcos no era tan bonita como me lo imaginé cuando era niño.
¡Y, ahora sí!, viene lo más importante, ¿Cómo y cuando llegué al ámbito educativo? Andando yo, en los barcos camaroneros, allá por el mes de septiembre del año de 1980, recibí la grata presencia del Director y Subdirector del CETMAR de Salina Cruz, quienes me andaban buscando, para decirme, si me gustaría trabajar con ellos en esa institución educativa; la idea me gustó mucho, sin embargo les dije que lo iba a pensar… y, mi respuesta ustedes ya la conocen; y de esta forma, a partir de enero de 1981, inicié esta maravillosa función; SER DOCENTE, actividad en la que nunca pensé que llegaría a trabajar, porque mis sueños siempre fueron ser navegante; pero los designios de la vida me convirtieron en profesor del nivel medio superior, en donde he permanecido con mucha felicidad 28 años.
Mi primera responsabilidad fue apoyar a los titulares del área de pesca y navegación con las prácticas de taller y a la vez me asignaron mi primer grupo, a los que les impartí la asignatura de NAVEGACIÓN y al siguiente semestre METEOROLOGIA Y OCEANOGRAFIA. ¿De qué manera? de la única forma que conocía; de la misma forma como me enseñaron (y les confieso, nunca me gustó); escribir en el pizarrón el nombre del tema y, si bien les iba a los jóvenes, los subtemas y después la explicación de lo escrito en el pizarrón, posteriormente la clásica pregunta ¿no hay dudas verdad? todo ha quedado tan claro como el agua cristalina y si para alguien no es así, no se preocupen, que en estos momentos sus dudas quedarán totalmente despejadas… saquen sus cuadernos y ESCRIBAN y, ESCRIBAN; y cuando veía que ya algunos sacudían la mano, se tallaban la rodilla, se cambiaban de posición, estiraban las piernas, etc. Preguntaba… ¿ya se cansaron?, ¡todavía no, verdad!, continuemos, ya falta poco…
De esta forma inicié esta hermosa responsabilidad repitiendo un modelo de enseñanza que en el fondo no me agradaba, porque nunca me gustó ver que un “maestro” llegaba al salón, abría su libro y escribía los temas del día, explicaba, dictaba y al final si bien nos iba preguntaba si había alguna duda, sólo decía: estudien mucho, porque el examen viene pesado, nos vemos en la próxima, porque ya me toca clases con otro grupo.
Con esta inconformidad en mi mente, yo no podía seguir repitiendo el mismo modelo; esta situación me llevó a estudiar materiales educativos que me llevaran a realizar mejor mi actividad docente; y ya con algunos referentes pedagógicos, decidí elaborar textos de apoyo para los estudiantes, y de esta forma a partir del ciclo escolar de septiembre 84 a enero 85, inicié proporcionándole a cada estudiante un texto de apoyo de la asignatura de Meteorología y Navegación y más tarde hice lo mismo con otras asignaturas que me asignaron, haciendo algunas innovaciones a lo largo de los años, hasta llegar al 2004, en que inicia la REMS. El hecho de que los estudiantes contaran con un texto de apoyo, me permitía generar un ambiente de aprendizaje más dinámico; porque el joven tenía la oportunidad de leer sus temas en clases y en sus hogares, en lugar de estar escribe y escribe, y esta forma de encaminar el aprendizaje permite manejar mucho más información en beneficio de los jóvenes, porque el tiempo que se perdía antes en dictar, ahora se aprovechaba para generar discusiones de los temas vistos, para aclarar dudas, para aplicar técnicas grupales, para realizar exposiciones, etc.
Más tarde se me presenta la oportunidad de continuar mis estudios a nivel superior, y lo hice en el campo de la educación (estudié la Licenciatura en Educación Tecnológica), para mí, una fascinante profesión; los azares de la vida me acomodaron en un campo fabuloso, en donde tengo la oportunidad de influir positivamente en la vida de muchos jóvenes que estudian el nivel medio superior, apoyándolos, orientándolos, guiándolos e impulsándolos para que ellos también encuentren su mejor camino; estoy convencido sin menos preciar ninguna profesión, que la de ser docente es extraordinaria, porque te permite crecer como persona, como profesionista, como padre de familia, como ciudadano, etc.
Compañeros; como pueden ver, mis sueños no eran ser maestro, sin embargo Dios así lo dispuso; y yo he hecho la parte que me corresponde, prepararme para serle cada vez más útil a todos los jóvenes que Dios ponga en mi camino, de esta forma he sido muy feliz y he tenido muchas satisfacciones personales, profesionales y familiares.
No puedo decir que esta noble actividad me haya dado insatisfacciones, porque estaría mintiendo; más bien creo que me ha puesto retos para poderlos superar para ser cada vez más útil a mis estudiantes, a mi familia y a mi sociedad; y… como muy acertadamente afirman varios de ustedes, en su trabajo anterior, convertirnos en un mejor ser humano porque estamos trabajando con seres humanos que necesitan de nuestro apoyo, de nuestra experiencia para poderlos guiar bien; porque para muchos de ellos nosotros somos su única esperanza, y lo que más desean es que los escuchemos, cuando menos unos minutos, para que desahoguen sus múltiples problemas, por esta razón debemos prepararnos más en temas relacionados directamente con los jóvenes de este tiempo, para poderlos apoyar mucho mejor de cómo lo hemos hecho, porque esta tarea no es responsabilidad solo del orientador u orientadora educativa ; es tarea de todos, porque los que tenemos más tiempo con los jóvenes somos nosotros los profesores de grupo , y si todos comprendemos esto, muchos problemas se podrán resolver de mejor forma y más rápido; y, esto… de veras que beneficia, a todos.

¡Gracias por haber leído parte de mi vida!
TRINI

1 comentario:

  1. Hola compañero Trini, en verdad una historia muy interesante acerca de tu experiencia como docente. Todos y cada uno de nosotros tenemos alguna experiencia interesante, ya que quienes no somos profesionales de la educación hemos aprendido por ensayo y error, fuimos adoptando modelos de nuestros maestros preferidos, pero obviamente esos fueron otros tiempos. Sin embargo en nuestros días aún existen maestros que pasan horas y horas dictándoles a sus alumnos, olvidándose que tenemos fuentes muy poderosas de información.
    Felicidades Trini, por tu excelente trabajo que estas haciendo al servicio de tus alumnos, es una labor digna de admirarse.
    Recibe por este medio un fraternal abrazo.
    Sinceramente:
    Carlos Flores Hurtado

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